Mi adolescencia fue rara, sísmica,
a veces me sentía vacío como un cuerpo sin propietario,
como un nombre sin un objeto al que aludir
y otras, en cambio, la alegría aparecía y me limpiaba los zapatos.
A veces era un pájaro sin domicilio
y otras una convención de palomas
dándose un festín en los bancos del parque.
....
a veces me sentía vacío como un cuerpo sin propietario,
como un nombre sin un objeto al que aludir
y otras, en cambio, la alegría aparecía y me limpiaba los zapatos.
A veces era un pájaro sin domicilio
y otras una convención de palomas
dándose un festín en los bancos del parque.
Fue una playa inacabable
y también un paisaje
en el que la amargura
cazaba a sus anchas.
No sé, la adolescencia me parece el título de una película
en la no iban tan mal las cosas
pero con un protagonista equivocado.